El 15 de enero de 1919 se logró la conquista de las 8 horas laborables
En estas mismas fechas hace aproximadamente 92 años un grupo de personas y dirigentes luchaban valientemente para hacerlo posible una jornada laboral de 8 horas.
Nos hemos acostumbrado a una jornada laboral de 8 horas, tanto, que inconscientemente nos olvidamos que no siempre fue así. El trabajo de un obrero era de 16 horas diarias, sin dominical, sin vacaciones anuales, sin leyes de protección contra accidentes.
Ate fue una zona industrial donde se establecieron las primeras fábricas textiles de Lima. En ese sentido, fue en la localidad de Vitarte donde se inició el movimiento sindical peruano en 1910 y se logró que el gobierno de José Pardo reconociera, con la ley N° 3010 del 16 de diciembre de 1918 la supresión del trabajo dominical y con la ley del 15 de enero de 1919, el derecho a la jornada laboral de las ocho horas.
La primera reunión por el 1° de Mayo en 1905 que contó con un aproximado de 5 000 obreros, con la iniciativa de la federación de obreros panaderos “Estrella del Perú”, en dicha reunión se propone como compromiso de lucha la conquista por las 8 horas laborales, La clase obrera adopto la huelga como arma de lucha para poner fin a sus infortunas.
Una de las más fuertes huelgas del siglo XIX fue en Vitarte en 1896 la cual contó con 500 trabajadores textiles de la Grace, exigiendo la reducción de la jornada de trabajo, aumento de los salarios y mejora en la alimentación proporcionada por la fabrica. Durante esta huelga se produjo un incendio que consumió un depósito de algodón, ante lo cual la casa Grace, acuso a los obreros de ser los autores. En esta huelga solo se logro la promesa de los patrones de mejorar la alimentación, no se logro mucho por la falta de organización y la falta de autoridad de los mutualistas, no ayudaron a los huelguistas y luego fueron depuestos a sus trabajos a latigazos y los dirigentes fueron encarcelados sufriendo prisión de 6 años.
Así empezó una lucha que abarcó huelgas, paros, cárcel, tortura, despidos, matanzas y que obtuvo.
Fue así que el 17 de marzo de 1911 se inicio una huelga en la Textil Vitarte exigiendo el aumento de salario, supresión de trabajo nocturno y erradicación de las pulperías de la empresa, sin embargo el 24 de marzo, el gerente Lino Conroy con apoyo del prefecto de Lima Pedro Garizon, desalojó a los huelguistas de las viviendas en que habitaban de la empresa y además pusieron avisos en los periódicos solicitando personal, este acto indigno a los huelguistas y decidieron ir a Lima, recibiendo el apoyo de los sindicatos obreros de la capital. Se concluye la huelga el 10 de abril logrando la supresión del trabajo nocturno. De esta fábrica salieron dirigentes obreros como: Fonken, Fausto Navarrete y Julio Portocarrero.
En 1915 los sindicatos de todas las grandes fabricas textiles de Vitarte y Lima conformarían la Unión de Trabajadores de Tejido, la clase obrera peruana se va uniendo y por lo tanto se fortalecerá aun más luchando por su reivindicación. Una de estas fábricas de tejido "El Inca Cotton del Rímac" será la iniciadora por la conquista de las 8 horas. El 25 de noviembre de 1918 se aprobó la ley Manzanilla que consistía en las 8 horas laborales solo para mujeres y niños, esto despertará en los obreros las fuerzas de seguir luchando y conquistar las 8 horas laborales, repercutió principalmente en las industrias de tejido, el 23 de diciembre los trabajadores de la fábrica “El Inca”, ingresan a la huelga indefinida con esta reivindicación como punto central.
Luego una comisión de 20 hombres se traslada a Vitarte para poner en conocimientos a sus compañeros. La Unificación de Vitarte convoca a asamblea y se acuerda inmediatamente a la huelga por una reivindicación común. A los pocos días se les unió los textiles de la Vitarte Cotton Mill (luego adquirida por cuvisa) formando ambos el Comité de Lucha Vitarte-Inca, haciendo un llamado a que los demás trabajadores en tejidos se sumen a ellos, este llamado no solo fue a los trabajadores textiles, sino a toda la clase trabajadora asalariada.
El 13 de enero empezaría definitivamente el paro nacional continuando el 14, en esos días todo Lima estaba paralizada y a oscuras ya que los obreros empezaron a romper los focos de las calles; sin embargo las negociaciones con el ministro de Fomento Manuel A. Vinelli seguían llevándose entre trabajadores y con la colaboración de la Federación de Estudiantes del Perú (FEP). Fue el 15 de enero de 1919 que se logró la conquista de las 8 horas laborables después de años de espera y luchas constantes, el pueblo salio a las calles de Lima festejando la conquista.
Y ahora el 15 de enero de 2012 se cumple los 93 años de una de las más importantes hazañas que logro la clase obrera peruana. Algo que aprendió la clase obrera fue: las victorias son relativas las luchas absolutas. Porque la lucha por el respeto de sus derechos continúa.
En estas mismas fechas hace aproximadamente 92 años un grupo de personas y dirigentes luchaban valientemente para hacerlo posible una jornada laboral de 8 horas.
Nos hemos acostumbrado a una jornada laboral de 8 horas, tanto, que inconscientemente nos olvidamos que no siempre fue así. El trabajo de un obrero era de 16 horas diarias, sin dominical, sin vacaciones anuales, sin leyes de protección contra accidentes.
Ate fue una zona industrial donde se establecieron las primeras fábricas textiles de Lima. En ese sentido, fue en la localidad de Vitarte donde se inició el movimiento sindical peruano en 1910 y se logró que el gobierno de José Pardo reconociera, con la ley N° 3010 del 16 de diciembre de 1918 la supresión del trabajo dominical y con la ley del 15 de enero de 1919, el derecho a la jornada laboral de las ocho horas.
La primera reunión por el 1° de Mayo en 1905 que contó con un aproximado de 5 000 obreros, con la iniciativa de la federación de obreros panaderos “Estrella del Perú”, en dicha reunión se propone como compromiso de lucha la conquista por las 8 horas laborales, La clase obrera adopto la huelga como arma de lucha para poner fin a sus infortunas.
Una de las más fuertes huelgas del siglo XIX fue en Vitarte en 1896 la cual contó con 500 trabajadores textiles de la Grace, exigiendo la reducción de la jornada de trabajo, aumento de los salarios y mejora en la alimentación proporcionada por la fabrica. Durante esta huelga se produjo un incendio que consumió un depósito de algodón, ante lo cual la casa Grace, acuso a los obreros de ser los autores. En esta huelga solo se logro la promesa de los patrones de mejorar la alimentación, no se logro mucho por la falta de organización y la falta de autoridad de los mutualistas, no ayudaron a los huelguistas y luego fueron depuestos a sus trabajos a latigazos y los dirigentes fueron encarcelados sufriendo prisión de 6 años.
Así empezó una lucha que abarcó huelgas, paros, cárcel, tortura, despidos, matanzas y que obtuvo.
Fue así que el 17 de marzo de 1911 se inicio una huelga en la Textil Vitarte exigiendo el aumento de salario, supresión de trabajo nocturno y erradicación de las pulperías de la empresa, sin embargo el 24 de marzo, el gerente Lino Conroy con apoyo del prefecto de Lima Pedro Garizon, desalojó a los huelguistas de las viviendas en que habitaban de la empresa y además pusieron avisos en los periódicos solicitando personal, este acto indigno a los huelguistas y decidieron ir a Lima, recibiendo el apoyo de los sindicatos obreros de la capital. Se concluye la huelga el 10 de abril logrando la supresión del trabajo nocturno. De esta fábrica salieron dirigentes obreros como: Fonken, Fausto Navarrete y Julio Portocarrero.
En 1915 los sindicatos de todas las grandes fabricas textiles de Vitarte y Lima conformarían la Unión de Trabajadores de Tejido, la clase obrera peruana se va uniendo y por lo tanto se fortalecerá aun más luchando por su reivindicación. Una de estas fábricas de tejido "El Inca Cotton del Rímac" será la iniciadora por la conquista de las 8 horas. El 25 de noviembre de 1918 se aprobó la ley Manzanilla que consistía en las 8 horas laborales solo para mujeres y niños, esto despertará en los obreros las fuerzas de seguir luchando y conquistar las 8 horas laborales, repercutió principalmente en las industrias de tejido, el 23 de diciembre los trabajadores de la fábrica “El Inca”, ingresan a la huelga indefinida con esta reivindicación como punto central.
Luego una comisión de 20 hombres se traslada a Vitarte para poner en conocimientos a sus compañeros. La Unificación de Vitarte convoca a asamblea y se acuerda inmediatamente a la huelga por una reivindicación común. A los pocos días se les unió los textiles de la Vitarte Cotton Mill (luego adquirida por cuvisa) formando ambos el Comité de Lucha Vitarte-Inca, haciendo un llamado a que los demás trabajadores en tejidos se sumen a ellos, este llamado no solo fue a los trabajadores textiles, sino a toda la clase trabajadora asalariada.
El 13 de enero empezaría definitivamente el paro nacional continuando el 14, en esos días todo Lima estaba paralizada y a oscuras ya que los obreros empezaron a romper los focos de las calles; sin embargo las negociaciones con el ministro de Fomento Manuel A. Vinelli seguían llevándose entre trabajadores y con la colaboración de la Federación de Estudiantes del Perú (FEP). Fue el 15 de enero de 1919 que se logró la conquista de las 8 horas laborables después de años de espera y luchas constantes, el pueblo salio a las calles de Lima festejando la conquista.
Y ahora el 15 de enero de 2012 se cumple los 93 años de una de las más importantes hazañas que logro la clase obrera peruana. Algo que aprendió la clase obrera fue: las victorias son relativas las luchas absolutas. Porque la lucha por el respeto de sus derechos continúa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario